Michael Mandel es el estratega económico del think tank norteamericano Progressie Policy Institute (PPI), y está de visita en Buenos Aires para dar una charla en el Primer Foro Abierto de la App Economy, que se va a desarrollar esta noche en San Telmo. Mandel dice estar contento de asistir y augura un buen futuro para la industria del desarrollo de las aplicaciones móviles (o «apps») en Argentina.
Parece que en nuestro país, la App Economy, – término en inglés utilizado para referirse a la economía surgida de la industria app,- continúa en ascenso a pesar de la turbulencia generada por la inflación y el desempleo.
Desde que allá por 2008 las aplicaciones irrumpieron en nuestra vida cotidiana, el mercado no ha parado de expandirse y a mediados de 2015 ya se contaban, a nivel global, 1.6 millones de apps disponibles para Android y 1.5 millones para productos Apple.
En Argentina ya conocemos varios casos de éxito como Preguntados, que se mantuvo en la cima de la lista de las aplicaciones más descargadas del App Store durante 66 días.
Pero ahora gracias a diversos factores, el país tiene la posibilidad de dar un paso más allá y destronar a China o a India como hub global de desarrollo de apps.
De acuerdo a Mandel, en marzo de este año había 33.250 personas en Argentina pertenecientes a la app economy y compara su tamaño en importancia con el de Dinamarca.
«Hay una esperanza de que esta industria crezca en el país. Argentina tiene todos los elementos necesarios para lograrlo: una fuerza de trabajo con educación, creatividad, y una habilidad para tener alcance global.»
Desde el PPI, aseguran que las apps «se han convertido en la puerta de entrada a Internet. Las personas envían mensajes a sus amigos desde WhatsApp, ingresan a la app de Facebook o a la app de su banco o de su aerolínea. Uno podría pasar el día entero usando apps.
Lisa Besserman, fundadora de Start Up Buenos Aires, cuenta que muchos desarrolladores en EEUU o Europa se inclinan por contratar equipos locales debido a las muchas ventajas que ofrece Argentina, entre ellas «husos horarios similares, un muy buen nivel de inglés, la creatividad de los argentinos y un costo menor.»
Nuestro país también corre con ventaja en otras áreas: un número creciente de usuarios de Internet y de banda ancha móvil, y es «la segunda economía más grande de la región, lo que vuelve muy atractivo su mercado nacional para las apps.»
Mandel coincide en que todos estos factores son los que hacen que «aparezcan cada vez más ofertas laborales para desarrolladores, que busquen trabajar en aplicaciones exportadas a nivel global. Y lo mejor es que lo podés hacer desde acá, en tu oficina, sentado al sol.»
Hace algunos años atrás, Silicon Valley era el único hub global de tecnología. Luego aparecieron Nueva York y Londres, ciudades con mucha población y también mucha creatividad. Buenos Aires no se estaría quedando atrás y parece encaminada a convertirse en líder, al menos al nivel regional.
Fuente: InfoBAE